MR. MERCEDES, de Stephen King


Un grupo de personas hace cola para buscar trabajo. El Mercedes gris modelo SL500 los arrolla; deja 8 muertos y 15 heridos.
Billy Hodges, inspector destacado, llevará el caso. Irá tras El asesino del Mercedes, un peculiar psicópata que le trabajará la mente al punto de enloquecerlo. Hodges, hastiado, desiste, se retira del cuerpo de policía. Una retirada con fiesta y honores, como es debido al despedir a un viejo investigador que ha prestado servicio gran parte de su vida.

¿Premiar a un policía que no me cazó? Este será el pensamiento que resonará en la cabeza del psicópata. Una y otra vez hasta convertirse en obsesión. Y la obsesión lo empujará a establecer un juego espeluznante en la web.

Stephen King logra perfilar un excelente personaje principal. La dosificación de su hondura psicológica resulta vital para el buen resultado de la obra.
La trama es sencilla, pero de suspense elevado. Efectiva más que compleja. Buenos giros, sorpresas garantizadas.
Lamento que haya cometido, a mí parecer, un error de relevancia para una novela negra (y de otros géneros también): inicio largo, lento y aburrido. Quien desee leer Mr. Mercedes, deberá ejercitar la paciencia.

Crítica: 7puntos

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